Alfileres clavados
como puñales en el cuerpo
en aquel muñeco
que mi alma enjauló.
Y mi destino
viendose enredado
cambiando mis orgullos
por alfileres de dolor.
Ahora lo entiendo
mi orgullo te hirió
y mis lagrimas no son curativas
porque en tu alma nace otro dolor.
Alfileres clavados
como puñales en el cuerpo
en aquel muñeco
que tu alma enjauló
Y tu destino
viendose enredado
cambiando tus orgullos
por alfileres de dolor